domingo, 31 de enero de 2010


Candidaturas en tiempos de la web 2.0


ESPECIAL. ¿RUMBO A LA CAMPAÑA VIRTUAL?
El Comercio
Por: Martín León
Domingo 31 de Enero del 2010

Hace dos semanas, Lourdes Flores sorprendió a muchos cuando preguntó a sus amigos del Facebook si debería postular a la Alcaldía de Lima. El miércoles pasado, Pedro Pablo Kuczynski avisó a sus contactos de la misma red social que siguieran la entrevista on line que le hacía elcomercio.pe (que luego Kuczynski colgó en su canal de You Tube). Así como ellos, otros aspirantes al sillón municipal o presidencial han comenzado a usar páginas web o herramientas de la web 2.0 (blogs, redes sociales, entre otras) para acercarse a los electores, tal vez motivados por el éxito que tuvo Barack Obama en su campaña para la Presidencia de Estados Unidos. Pero, ¿realmente saben cómo aprovecharlas?

MODELO POR SEGUIR
Ben Self fue el artífice de la campaña digital de Obama (sí, esa que movilizó más de 3 millones de donantes, que contribuyeron a recaudar aproximadamente US$500 millones por Internet, y que generó más de 2 millones de voluntarios por la red). En setiembre del año pasado, Self estuvo en Brasil porque Blue State Digital, la empresa de la que es socio y fundador, fue contratada por el Partido de los Trabajadores para asesorar la estrategia digital de la precandidata presidencial oficialista, Dilma Rousseff.

Uno se preguntará si en Latinoamérica, donde el uso de Internet aún no se ha masificado, se puede trazar una estrategia digital tan efectiva como la de Obama. En una entrevista que le concedió al diario “El Espectador” de Colombia, Self dijo que el acceso a Internet en la región está creciendo rápidamente, pero que, más allá de eso, hay un malentendido.

“No se trata de usar Internet para llegar al mayor número de votantes y persuadirlos [...]. Tradicionalmente, las campañas les hablan a los medios de comunicación y a los votantes indecisos. Cuando nosotros usamos Internet, pensamos en un tercer grupo: los seguidores, para que hablen con los demás. Así que no necesitas tener una amplia penetración, sino la suficiente entre tus seguidores, para que vayan y convenzan al resto del país”, comentó Self.

ATERRIZANDO EN EL PERÚ
En nuestro país, el 2010 y el 2011 son años electorales y, con la importancia que ha cobrado Internet, es inevitable que los candidatos les saquen el jugo a sus sitios web o a sus cuentas en las redes sociales. Pero como dice el publicista y consultor político Manuel Echegaray, por ahora solo las tienen porque o están de moda o sus eventuales rivales también las usan, y no porque en ellas hagan “un trabajo de hormigas para aprovecharlas”.

Al respecto, el analista político Fernando Tuesta afirma: “Si bien los aspirantes a la presidencia tienen en las redes sociales una posibilidad para hacer llegar sus mensajes, aún no entienden que son vías para conocer mejor a sus electores o sus demandas”, por lo que solo se limitan a rebotar las noticias de ellos en los medios o a dar a conocer su agenda. “Y eso no es lo que le interesa a la gente”, acota.

Para Tuesta, la pregunta que Lourdes Flores hizo a sus amigos del Facebook es un paso hacia el contacto del que habla, aunque haya sido a un número reducido de personas (la lideresa del PPC tiene 4.997 amigos en la red social, un nivel ínfimo si se compara, por ejemplo, con la página del presidente electo de Chile, Sebastián Piñera, que tiene 111.250 fans).

Mientras que el profesor de la Universidad Católica Eduardo Villanueva, especialista en tecnologías de la información, dice que los aspirantes nacionales comenzaron al revés porque: “Primero han debido hacer una estrategia general de lo que quieren [en sus campañas] para luego definir cómo introducir lo digital en esta, pero no al revés”.

COMICIOS Y REDES SOCIALES
Para Villanueva, las campañas digitales aún no van a representar un componente importante en las próximas elecciones puesto que seguirán primando las fórmulas tradicionales, sobre todo porque no tenemos una cultura del voluntariado o de la recaudación de fondos (dos puntos claves en las estrategias que desarrolla Ben Self). Pero Fernando Tuesta cree que pueden ser aprovechadas por otro lado: el de la intimidad, de modo que los electores conozcan más a sus candidatos.

“La gente no solo quiere enterarse de la parte política del candidato, sino también quiere saber cómo es. Porque, obviamente, el cómo es será clave al momento de una elección”, afirma.

Pero para que eso pase, Fernando Tuesta dice que será necesario que los mismos candidatos manejen día a día sus redes sociales. Y eso, en nuestro medio, aún no ocurre.

CIFRAS
Contactos y accesibilidad
5.002 contactos tiene el perfil de PPK en el Facebook.
856 contactos tiene el perfil del alcalde de Lima, Luis Castañeda, en la misma red social.
34% de limeños cuenta con servicio de Internet en su casa, según un sondeo que el IOP-PUCP realizó en setiembre.
28% de limeños usa Internet todos o casi todos los días, según la misma encuesta.

jueves, 14 de enero de 2010


Sansug presenta su Laptop con pantalla transparente ¿?

Sansung, cuando no, dió a conocer su más reciente creación en la feria mundial de productos electrónicos. Se trata de la latop con pantalla transparente que, a primera vista, parece un descubrimiento destornillante, "locazo" dirían algunos, pero que al sopeso del trajin diario de los usuarios no tendría ninguna utilidad importante, salvo mejor parecer. Para lo que sí servirá será para verle la espalda al compañero de adelante o "tomarle la placa" a esa compañerita que nos trae hace tiempo con la lengua afuera.

martes, 12 de enero de 2010


La tecnología del chuponeo está al alcance del mejor postor

EN LIMA OFRECEN CELULARES MODIFICADOS PARA ESPIAR


Publicado en el diario Correo
30 de enero de 2009

* El "petroescándalo" demuestra que no se requiere adquirir o usar equipos sofisticados y especializados para interceptar comunicaciones.
El principal fundamento de Manuel Ponce y Carlos Tomasio, directivos de Business Track (BTR), para defenderse de las acusaciones de encabezar una red de espionaje telefónico ilegal es que no se les ha encontrado equipos de interceptación de teléfonos.

En efecto, las autoridades a cargo de las pesquisas hasta el momento no han incautado equipos de chuponeo en este caso, como los que se utilizaban en el desactivado Servicio de Inteligencia Nacional (SIN). Sólo se ha encontrado facturas de la adquisición de aparatos Triggerfish 4080, realizada en junio del 2000 por Tomasio en Estados Unidos, en supuesta representación de la Marina.

Pero el argumento de Ponce y Tomasio no tendría asidero, pues las indagaciones de la Fiscalía y de la Policía demuestran que para chuponear no son necesarios equipos sofisticados y especializados. Basta con algunas computadoras, un programa de grabación de voz, una conexión telefónica y varios USB o CD.

"BTR oferta a sus clientes el producto sistema de grabación de radio troncalizado, que consiste en un aparato del cual se extrae el audio con un cable, el cual es introducido a la entrada del micrófono de una computadora común y corriente. Dichas comunicaciones se grababan mediante un programa informático denominado VRS (Voice recording system). Así, se podía grabar cualquier tipo de audio", según la declaración del marino Jesús Ojeda.

Y en algunos casos, usaban otros equipos, como los radiorreceptores (scanners) marca Uniden, encontrados en poder de Carlos Tomasio.

"El equipo sólo es receptor de frecuencias, no transmite. Se utiliza para rastrear señales en la banda de frecuencias HF (alta), VHF (muy alta) y UHF (ultralta). Puede ubicar señales transmitidas dentro del espectro electromagnético en las bandas descritas, incluso de teléfonos fijos, complementándose con dispositivos que permitan captar la conversación telefónica y transmitirla a una frecuencia determinada", señala la denuncia fiscal.

Ambas técnicas fueron usadas para interceptar los teléfonos fijos de los protagonistas del petroescándalo, Rómulo León y Alberto Quimper, así como de funcionarios, empresarios, periodistas y otros. Y se sabe que BTR cobraba entre 2 mil y 10 mil dólares por este servicio de espionaje industrial.

El celular espía. Además de esos procedimientos, existen otras formas de espiar que están más al alcance de los bolsillos del peruano de a pie.

Se trata de los llamados "celulares espía", que se ofrecen en los avisos clasificados de internet http://www.adoos.com.pe/.

"Espionaje profesional, Lima-Perú. Activación del micrófono del teléfono celular a distancia. Aplicación: negociaciones riesgosas, monitoreo de personas, situación de rehenes. Contacto: 7921120, videointegral@yahoo.com", se lee en la publicidad.

Correo se comunicó con el vendedor del aparato, quien refirió que se trataba de un celular con tecnología GSM, modificado mediante un software con el fin de activar su micrófono en forma remota, distante, y totalmente encubierta.

Explicó que el sistema necesitaba del uso de dos celulares: el celular espía (modificado) y el celular captor (utilizado para llamar al celular espía y activar el micrófono de manera oculta. Puede usarse cualquier celular e incluso un teléfono de línea fija). El aparato programado debe ser entregado a la persona que se quiere espiar.

"Para escuchar de manera encubierta se debe llamar al número del celular espía desde el celular captor, y de esa manera el celular espía se convertirá en un dispositivo que permitirá oír cualquier audio ambiental en donde se encuentre el teléfono con una distancia de hasta 10 metros", añadió. Inclusive algunos equipos pueden activarse cuando están apagados.

El vendedor, que no se identificó, dijo que el precio de este aparato telefónico modificado es de 450 soles. Sin embargo, en el aviso en internet figura que el costo es de 200 soles.


El colorete - micrófono
En otro anuncio en internet, en Lima, se ofrece también micrófonos espías, pero esta vez camuflados en un lápiz labial o en accesorios de un teléfono móvil. "Escuche a su enamorada. Micrófonos en colorete de mujer o en cargador de celular", se indica en el aviso.

"La microfonía encubierta es un medio técnico electrónico para obtener información de audio ambiental o telefónico a distancia", se añade.

¿Cuál es el precio de venta? 150 dólares, nada menos.
 Dato
En el país, existen representantes de una empresa extranjera que venden celulares modificados a los que llaman "interceptores". La firma argentina La Casa del Espía, del grupo Higth Security, cobra entre 1500 y 3500 por cada teléfono movil que puede usarse como micrófono espía.

¿Y si la red se cae en una crisis?

INTERNET Y CONECTIVIDAD

El Comercio
15 de agosto de 2009

En muy poco tiempo se ha confiado innumerables gestiones claves a la eficacia de la web; sin embargo, ¿qué será de nosotros si esta explota cuando más la necesitemos?

Por: Joe Sharkey

Lo primero que hago cuando entro a la habitación de un hotel en un viaje de negocios es dirigirme directamente al escritorio y asegurarme de que funciona la conexión a Internet. Si la conexión Ethernet o Wi-Fi no salta a la vida, estoy listo para bajar al vestíbulo y amenazar con abandonar el hotel si no la pueden arreglar.

La demanda de conectividad, no negociable, dice menos de nuestra impaciencia y sentido de tener derecho en tantos viajeros de negocios (o eso me gustaría pensar) que lo que dice sobre nuestras necesidades básicas. Estamos acostumbrados a estar conectados, necesitamos estar conectados, y nos molestamos cuando no lo estamos.

En un videoclip que se ha compartido ampliamente en línea, el comediante Louis C.K. narra haber estado en un avión con Wi-Fi cuando el hombre sentado a su lado repentinamente pierde la conexión y estalla en improperios sobre la incompetencia de la aerolínea. “¿Qué tan rápido el mundo le debe a ese hombre algo de cuya existencia apenas se enteró hace 10 segundos?”, pregunta.

Bueno, ese es el asunto, en realidad. Estamos conectados. Los viajes de negocios, e incluso la mejoría en ellos como las videoconferencias, están firmes en la red. La industria en rápido desarrollo de la instalación de conexiones Wi-Fi en los aviones es testimonio de nuestra dependencia en la conectividad; y la broma subraya la insistencia en que sea confiable.

Sin embargo, ¿estamos sobre hielo delgado, tecnológicamente? La Asociación de Ejecutivos de Viajes Corporativos, una organización gremial en todo el mundo que representa a los gerentes de las agencias de viajes, dice que cree que sí lo estamos. A un grado no totalmente apreciado por los gestores de políticas públicas, dice el organismo, los viajes de negocios dependen de redes tecnológicas frágiles que ya han mostrado las tensiones de presiones repentinas.

¿Cuán frágil? Por ejemplo, la muerte inesperada de Michael Jackson el 25 de junio. A medida que decenas de millones de personas se apresuraron a entrar en línea para conocer los detalles, se rezagaron, fallaron y, en algunos casos, se cayeron los intercambios importantes en la red. “Google News, TMZ, Twitter y Wikipedia experimentaron apagones o interrupciones temporales” en la medida en que los usuarios rápidamente cambiaban de un sitio a otro recopilando y enviando información, explicó Susan Gurley, directora ejecutiva de la organización de ejecutivos de viajes.

El servicio de mensajería instantánea de AOL se cayó por 40 minutos, lo que denominó: “un momento seminal en la historia de Internet”.

Eso es lo que puede hacer un boletín informativo sobre un cantante muerto. Entonces, habría que imaginar las consecuencias en línea para viajeros remotos durante una crisis real, como una aceleración repentina de la pandemia de la influenza AH1N1. Muchas compañías que envían de viaje a sus empleados crearon planes de contingencia detallados para manejar ese tipo de crisis, “y casi todas dependen de Internet para su ejecución”, dijo Gurley.

Los viajes de negocios en Estados Unidos generaron alrededor de US$261.000 millones en gastos el año pasado, dijo la Asociación Nacional de Viajes de Negocios de EE.UU. en un informe reciente, realizado con Egencia, la subsidiaria de viajes corporativos de Expedia. Se espera que ese gasto baje este año. Sin embargo, en algunos casos, el descenso reflejará la consolidación de los viajes de negocios —al hacer más escalas en un mismo viaje—, así como un mayor uso de las videoconferencias, tanto en el lugar de origen como durante el viaje. Todo depende grandemente de una Internet que funcione.

La organización de Gurley está a punto de iniciar una campaña para llamar la atención sobre la fragilidad potencial de Internet, y de la necesidad de desarrollar una iniciativa nacional para asegurarse de que funcione en una crisis. Ella y otros en el mundo corporativo están preocupados de que el plan del presidente Obama para nombrar a un alto funcionario para la supervisión de Internet se haya centrado hasta ahora en la ciberseguridad y la privacidad —temas importantes, claro—, pero con atención inadecuada al reforzamiento de la infraestructura de Internet para asegurarse de que siga funcionando bajo gran presión.

Nadie ha entrado en pánico por la influenza AH1N1, pero los Centros para el Control de Enfermedades de EE.UU. dijeron recientemente que 40% de los estadounidenses podría resultar afectado en dos años si no se hacen vacunas y se toman otras medidas preventivas.

Si rápidamente ocurriera un brote generalizado, los viajeros de negocios varados en todo el mundo y las grandes cantidades de empleados que repentinamente tendrían que trabajar desde sus casas por motivos de salud solo se sumarían a las tensiones de la World Wide Web. Entre tanto, la red ya estaría bajo la presión de millones de personas que estarían buscando y compartiendo información vital.

“La verdad es que nadie sabe cómo funcionaría Internet en estas circunstancias”, dijo Gurley. “¿Nos dirigimos a una vasta caída de Internet en el mundo? La verdad, es que probablemente no haya mucho que podamos hacer. Pero pensamos que ahora es el momento para empezar a averiguarlo, antes de que suceda una crisis”.

domingo, 3 de enero de 2010


“La diferencia entre el original y la copia ha desaparecido”

La República
03 de enero de 2010

Entrevista/Eduardo Villanueva.

El mayor experto en nuevas tecnologías en el Perú sienta posición en el debate surgido en torno a la vigencia de los derechos de autor en internet. Villanueva también analiza las nuevas formas de consumo de los contenidos culturales y aconseja que los artistas se apoderen de sus obras y sustenten su nuevo modelo de negocio en las presentaciones en vivo. Aquí los argumentos de un libertario de la era digital.

Entrevista: GHiovani Hinojosa


–En la blogósfera peruana se te alude como el ideólogo detrás de movimientos virtuales como “No soy delincuente”, que propone cambiar la legislación tradicional de los derechos de autor y erradicar la criminalización de los internautas que descargan contenidos gratuitamente, ¿qué piensas de esto?

–Es un despropósito llamarme ‘ideólogo’, lo que pasa es que hay un grupo de personas interesadas en el tema de la propiedad intelectual –ex alumnos míos y ex compañeros de trabajo– que conocen mis preocupaciones y que me acompañaron en un debate sobre este asunto realizado el mes pasado en la plataforma Google Wave. Participaron, por ejemplo, Marco Sifuentes, Roberto Bustamante y Jacqueline Fowks. Esta semana lanzaremos el blog “Derechos digitales en el Perú”, que será el punto de partida para promover una discusión sobre el conflicto evidente que hay entre el interés privado y el público en relación con los contenidos culturales.

–¿Cuáles son “las fuerzas” que están opuestas?

–El interés privado está expresado por los creadores intelectuales, que piden una remuneración por su trabajo, y por la industria de los contenidos, que es muy importante en economías como la norteamericana. Por su lado, el interés público vela por la posibilidad de que los individuos accedan a los contenidos de manera flexible, sea para el consumo, la producción o el “prosumismo” (producción y consumo). No hay que asumir que el interés privado es lo único que importa, ni tampoco que el interés público pasa por ‘bajarse’ lo que uno quiera por internet. Pero debemos aceptar que la realidad tecnológica ha cambiado las posibilidades de consumo y producción de la cultura. Hoy, por ejemplo, el concepto de control de la escasez –en que se basaba la industria– ya no existe.

–¿Qué entiendes por ‘control de la escasez’?

–Antes, si uno quería ver una película, debía ir al cine y, eventualmente, esperar a que la transmitieran por televisión; había una escasez de posibilidades manejada por la industria. En los 80, cuando apareció el VHS, surgió la posibilidad de copiar filmes de una cinta a otra. Desde fines de los 90, cuando empezaron a salir en el mercado otras opciones, los consumidores fueron ganando un gran poder de elección: hoy podemos esperar que una película sea estrenada en el cine o bien descargarla legalmente en la red –aunque no en el Perú–. Y, si la tenemos en formato DVD, la podemos trasladar a nuestro iPhone para verla donde queramos. Esto sin contar las opciones que se crean a partir de la piratería. Hace unos años, los conglomerados culturales controlaban la producción, la distribución y la comercialización de la obras; en la actualidad, solo controlan la producción y la distribución de primera copia o versión, ya que luego deben lidiar con Apple, Google, Microsoft y otras empresas para echar a andar esta enorme variedad de plataformas.

–¿Un derecho, como el de la propiedad intelectual, deja de existir solamente porque la tecnología hace imposible su cumplimiento?

–No, el derecho sigue existiendo. Para empezar, la propiedad intelectual tiene varios aspectos: los derechos de autor (creaciones artísticas e intelectuales), las patentes (invenciones) y las marcas registradas (signos distintivos). Los derechos de autor muestran, a su vez, dos niveles: el moral (reconocimiento de la autoría o de la ejecución) y el patrimonial (pago de rentas). Esta entrevista, por ejemplo, me genera un derecho de autor moral (atribuirme estas frases), pero no patrimonial. Ahora, la tecnología hace mucho más difícil el cumplimiento de la legislación tradicional, que está planteada bajo la idea del control de la escasez y el cobro por copia (hoy copiar no cuesta nada). Los empresarios culturales deben comprender que, si salen perjudicados, es porque, como en cualquier economía capitalista, algunos negocios con el tiempo pierden importancia. Ellos deben “agiornarse”, adecuarse a la realidad actual. Si no, desaparecerán.

–Entonces, algunos bloggers exageran al pretender desconocer la propiedad intelectual en internet. Una pregunta que sus opositores les suelen formular es ¿si se desarrolla una aplicación que permite invadir una computadora para obtener datos personales, una suerte de ‘troyano’ legal, esta tecnología haría obsoleto el derecho a la privacidad de los internautas? ¿Qué piensas sobre esto?

–El derecho a la privacidad no está necesariamente regulado para considerar este tipo de situaciones. Se supone que todos tenemos derecho a la intimidad, a que nadie nos mire las computadoras; pero esas aplicaciones lamentablemente existen. Entiendo que en países como Estados Unidos no se puede utilizar esta tecnología sin la autorización previa de un juez.

–¿Qué estrategias propones para hacer respetar los derechos de autor en este nuevo escenario tecnológico?

–Primero, hay que abrir más el mercado, es decir, crear más opciones comerciales y ofrecer precios de acceso viables. Si hoy yo quiero poner contenido legal en mi iPhone, no puedo, ya que sencillamente no hay en el país ningún operador que me lo ofrezca. Tampoco puedo ‘bajarme’ películas a través de la aplicación iTunes. Allí hay un vacío empresarial. Segundo, se debe facilitar que los mismos creadores intelectuales vendan su música, por ejemplo, ya que los intermediarios –empresas distribuidoras de contenidos– encarecen los costos de producción. Tercero, hay que despenalizar la utilización de contenidos que se ‘bajan’ por internet cuando antes ya se ha pagado por los mismos en otros formatos (esto debería ser responsabilidad del futuro Ministerio de la Cultura). Lawrence Lessig –gurú de la ‘cultura libre’ online– cuenta que en los 80 compró long plays de un artista X, en los 90 adquirió CDs con la misma música (en ambos casos pagó las licencias originales), y que ahora que desea descargar estas canciones por internet tiene que pagar los derechos por tercera vez. ¿Acaso esto no es absurdo?

Nuevo modelo de negocio

–El costo cero de las copias en la música parece estar consolidando la cultura de la gratuidad en el mundo virtual.

–Vivimos en un ambiente de desmaterialización de las copias, es decir, ellas no existen sino como archivos en una computadora, fuera de su soporte físico original. En realidad –quizás esto sea lo más crítico– las copias ya no existen como tales: la diferencia entre el original y la copia ha desaparecido en los nuevos usuarios digitales. Antes, la valorización de un original estaba amarrada a su soporte físico, tú decías orgulloso ‘yo tengo un LP’. Hoy tenemos a un público consumidor de archivos sueltos. En la sociedad de la información, los jóvenes no atesoran un CD tanto como la posibilidad de consumirlo en cualquier soporte, por ejemplo, en la computadora y en el iPod.

–¿Cómo están reaccionando los artistas frente a esta nueva forma de consumo?

–En la actualidad, muchos músicos peruanos con distintos niveles de popularidad se ‘autopiratean’, es decir, se publican a sí mismos en términos piratas; ya no se molestan en hacerlo legalmente. Hace algunos años me topé con el Osito Barny, un músico de huaino contemporáneo, que publica CDs impecablemente producidos y VCDs con videoclips, y jamás los ha comercializado conforme a ley: sus copias se venden a 5 soles, como si fueran piratas.

–¿Y dónde reside su rentabilidad?

–En los conciertos, como ocurre en la industria musical en general hoy, desde los artistas más grandes hasta los más pequeños. El rol de las presentaciones en vivo ha cambiado completamente: antes estas eran una forma de promover las ventas de los discos, hoy son ellas mismas el negocio; ahora los discos sirven para difundir los conciertos. En el Perú, esto está clarísimo: La Sarita, Bareto y el Grupo 5 no ganan dinero con su música grabada, sino con los shows que realizan.

–¿Qué características debería tener este nuevo modelo de negocio?

–En la música, para empezar, debe reconocerse el derecho del usuario a hacer lo que le dé la gana con la obra comprada. Esto ya está pasando: Apple ha logrado que las industrias musicales le vendan música para que ellos la revendan a través de iTunes sin restricciones (el consumidor puede reproducir las canciones en su PC y ‘quemarlas’ en un CD, todo legalmente). Hay que hallar fórmulas similares. Por ejemplo, lograr que un grupo de rock promueva su música ofreciéndola junto con otros contenidos y servicios –como libros y entradas a conciertos– en promociones cruzadas. Internet permite depender menos de los sellos discográficos y poner el negocio en manos de pequeñas empresas dedicadas a servir a los productores; en este caso, a las bandas. Se anularía a los grandes intermediarios. El problema es que hoy la banda tiene que lidiar con el sello, el sello con Apple, y Apple con los usuarios. Antes era más simple: la banda trataba con el sello, y el sello con nosotros. Lo ideal sería que desaparezca la capa del sello.

–Pero concretar esto parece algo complicado, considerando que las industrias musicales están muy interesadas en incrementar sus utilidades en internet.

–Es cierto, de hecho algo que no suele estar considerado en algunos contratos musicales y que les produce mucho dinero a los sellos discográficos es vender tonos para celulares. Es un gran negocio, ya que se trata de sonidos de 30 segundos –ya producidos y pagados– que llegan a costar un dólar en algunos mercados. Los músicos que se liberen de los intermediarios tienen aquí una gran oportunidad comercial.

–En el mundo, Radiohead fue el primer grupo en publicar un disco gratuitamente en la red. En el Perú, Turbopótamos inauguró esta tendencia de libre acceso al colgar su último álbum en una página web. ¿Estas bandas son ya parte del nuevo esquema de negocio?

–Sí, el que se sustenta en los shows en vivo. En el país, esto coincide con un momento de expansión económica que lleva a la gente a consumir más música en vivo. Así, los conciertos son hoy la gran puerta a la rentabilidad para los promotores y para los músicos.

–¿Y qué hay de otros ámbitos culturales?

–En los libros, la venta de ejemplares sigue siendo importante. En el cine, la rentabilidad del negocio continúa dependiendo de la asistencia a las salas. Sin embargo, la piratería los ha afectado fuertemente.

Licencias libertarias

–¿Qué son las licencias Creative Commons?

–CC es un colectivo norteamericano que tiene versiones en distintos países y que ha creado licencias compatibles con la legislación de cada territorio para dar opciones a los creadores intelectuales que deseen poner su obra a disposición del consumidor final de forma libre. La idea es decir “yo no tengo problemas en que se ‘bajen’, copien y redistribuyan lo que yo he hecho, siempre y cuando me lo atribuyan y no cambien el contenido de la obra”.

–En internet flota con fuerza la idea de exigir a todos los autores que se adhieran a Creative Commons.

–No se puede: si los autores no quieren, no quieren. Así de simple.

–¿Un músico o un escritor que no está dispuesto a obsequiar su trabajo en internet está impidiendo el libre acceso a la cultura?

–No. A mí no me preocupa que una persona tome esa decisión, sino que se vea obligada a hacerlo presionado por la estructura comercial a la que pertenece. El problema es que un artista no pueda publicar su música con entera libertad; que si yo, por ejemplo, deseo que mis libros se distribuyan gratuitamente, me vea impedido por la industria con la que estoy comprometido. Es ideal que el creador intelectual decida los términos de su negocio como le dé la gana.

–El debate ha estado muy matizado: tú, por ejemplo, has discrepado de Marco Sifuentes en el sentido de afirmar que en la red “no todos los casos son de producción cultural, sino algunos de reproducción y copiado descarado”.

–Claro, la idea de que todos los consumidores son “prosumidores” es falsa. Buena parte de la gente entra a internet para ‘bajarse’ música de moda. Y no hay razón alguna por la que ellos no tengan que pagar por esto.

¿Bye, bye, prensa escrita?

–¿Cómo ves el afán de los conglomerados mediáticos que, liderados por el magnate Rupert Murdoch, pretenden instaurar en internet una cultura de pago por los contenidos periodísticos?

–Uno de los aspectos que a mí me impactan más de la actual crisis del periodismo escrito es que es altamente posible que triunfe el modelo de distribución libre en internet, y que los diarios, como empresas periodísticas, se deterioren al punto de que casi desaparezcan. En términos de negocios, a mí eso no me preocupa; pero, en términos sociales, me asusta muchísimo. Si en sociedades como la nuestra los diarios impresos desaparecen, se disiparía buena parte del escaso espacio público del que disponemos. Eso sería horrible. Si las empresas mediáticas peruanas no encuentran un negocio viable –el que sea, no se me ocurre cuál– o un modelo alternativo de rentabilidad, la gran víctima de este cambio será la esfera pública.

Perfil
Nombre: Eduardo Villanueva Mansilla.
Edad: 44 años.
Profesión: Bibliotecólogo y magíster en Comunicaciones.
Cargo académico: Profesor asociado del Departamento de Comunicaciones de la Universidad Católica y miembro de varios comités académicos de eventos sobre tecnologías de la información.
Libros: “Internet: breve guía de navegación en el ciberespacio” (1996), “Senderos que se bifurcan: dilemas y desafíos de la sociedad de la información” (2005), “Comunicación interpersonal en la era digital” (2006) y en el primer semestre del 2010 publicará “Vida digital”, un estudio dirigido al público general sobre cómo es la relación entre la tecnología, la vida cotidiana y el consumo. Además, es autor de múltiples textos académicos sobre nuevas tecnologías que se pueden hallar en www.eduardovillanueva.com. Su blog es http://evillan.blogspot.com/.